Todos soñamos con una red vial de primer nivel que permita al ciudadanos transportarse de manera segura y confortable y al productor transportar sus bienes de manera eficiente. Sin embargo, hemos dejado de lado ese sueño para acostumbrarnos a vivir entre ocurrencias, cortoplacismo y un marcado derrotismo que se profundiza día con día.
¿Estamos en un camino sin salida? NO. Ya en el pasado, Costa Rica ha demostrado poder avanzar de manera seria, sin dogmatismos y con la brújula del más riguroso criterio técnico. En este sentido, es necesario que demos espacio a la voz de uno de los costarricenses con más conocimiento y experiencia en infraestructura vial, el Ing. Mario Arce Jiménez, quien en un valioso documento repasa los elementos que llevaron al país a ser exitoso en un pasado y las acciones que debemos tomar en la Costa Rica de hoy para revivir el sueño de una red vial de primer mundo. Documento completo: Sugerencias para la Gestión y Desarrollo de la Infraestructura Vial en Costa Rica. Seguidamente algunos puntos del documento del Ing. Arce.
Ya lo hemos logrado...
A finales de la década de los 50s e inicios de los 60s, Costa Rica puso en marcha un ambicioso plan de infraestructura de transporte, que en tan sólo 1 década posicionó a Costa Rica como uno de los países con las mejores carreteras de América Latina. ¿Cuáles fueron los ingredientes del éxito?
- Se estableció una visión de largo plazo, poniendo los máximos intereses nacionales sobre motivaciones político-electorales. (cortar cintas no era prioridad).
- El objetivo principal era brindar un excelente servicio con altos estándares.
- Se fortaleció el equipo técnico del MOPT, procurando excelencia y compromiso.
- Se reformó la institucionalidad y se puso en el centro la Planificación de Alto Nivel Técnico.
- Previo a contratar a la empresa privada para el desarrollo de proyectos, se contaban con los estudios actualizados y listos los procesos de expropiación y relocalización de servicios.
Esta seriedad y rigurosidad técnica es la que permitió al país dar un salto en términos de desarrollo. Y fue tal la visión que algunos proyectos superan ya los 50 años y siguen siendo la columna vertebral de la actividad industrial y comercial (ej. San José-San Ramón).
Demos el paso y retomemos el camino
Hemos caído con los años en un escenario en el cual la técnica se deja de lado y se da prioridad a la improvisación, el corto plazo y la barrera que imponen los ciclos electorales. El Ing. Arce nos señala claramente las medidas que debemos tomar. Y tengamos claro, esto no se trata de 4 años ni esperemos escuchar salidas fáciles que prometan el cielo y tierra en pocos meses, es momento de ponernos serios. Los 5 puntos principales para el éxito:
- Colocar en primer plano los principios de calidad del servicio al usuario, la transparencia, la rendición de cuentas y el uso eficiente de los recursos públicos. Incluyendo todos los componentes de la infraestructura vial (puentes, alcantarillas, pavimentos, derecho de vía, etc.)
- Establecer la Planificación Vial a Largo Plazo y de Alto Nivel Técnico como el eje central de la política pública, permitiendo gestionar de manera eficiente todo el ciclo de vida de los proyectos.
- Priorizar los criterios técnicos a la hora de realizar las evaluaciones económicas y financieras de los proyectos, seleccionando los modelos que garanticen la maximización de beneficios para los usuarios.
- Sustituir la inauguración de proyectos por una entrega de proyecto que se acompañe de un estudio serio de auditoría que detalle la historia técnica y económica del proyectos, los resultados obtenidos y los responsables de las decisiones tomadas.
- Implementar una profunda reforma institucional que permita contar con un delineamiento claro de funciones y un equipo técnico de altísimo nivel. Esto con un Ministro de alto nivel profesional que garantice transparencia y una toma de decisiones en línea con el mejor interés nacional.
¿Estamos listos para dejar de lado el corto plazo para empezar a construir la Costa Rica del futuro? Tenemos todo para hacerlo y demostrar que podemos volver a caminar por la ruta del éxito y la excelencia.