El 30 de Enero de 2018 se espera que el Presidente Donald Trump anuncie finalmente detalles del Plan de Infraestructura que ahora se plantea en aproximadamente US$1.7 billones. De acuerdo con los principales puntos planteados en el presupuesto 2018, el enfoque del Gobierno Federal se basará en 4 premisas:
Ejecutar inversiones de alto impacto y que dinamicen centros económicos
Impulsar a programas que impulsen la independencia financiera de los Estados
Trasladar la provisión de servicios a las entidades que lo hagan de manera más eficiente, sean empresas estatales o empresa privada.
Impulsar los esquemas de Participación Público Privada (PPP).
Esto en un contexto en el que Estados Unidos, como primera economía mundial, encuentra en la infraestructura de transporte uno de sus principales debilidades. Específicamente ocupa el 6to lugar a nivel internacional de acuerdo al Índice Global de Competitividad 2017-2018.
Para modernizar la red de infraestructuras y recuperar el liderazgo ,mundial, el Global Infrastructure Hub (GIH) y la American Society of Civil Engineers (ASCE) estiman que los Estados Unidos deben invertir anualmente al menos 1.5% del PIB. Esto se traduce en alrededor de US$290 billones anuales, cifra cercana al PIB de Colombia o Chile, hablamos de palabras mayores.
Inversión sigue cayendo a la espera del Plan
Mientras se termina de definir el Plan, la inversión pública en infraestructura continúa cayendo. De acuerdo con los datos más recientes del US Census Bureau, a Noviembre 2017, la inversión anualizada en infraestructura de transporte (carreteras, puertos, puentes, aeropuertos, ferrocarriles, transporte público) fue de US$118 billones (-4.3% versus US$123 billones en Noviembre 2016). En lo que respecta a los diversos niveles de gobierno, los Estados y gobiernos locales reportaron la cifra de $114.7 billones (-4.4% versus $119.9 billones en Noviembre 2016). El Gobierno Federal mostró una capida en los niveles de inversión a $3.28 billones (-1.6% versus $3.34 billones en Noviembre 2016).
Es claro que el grueso del esfuerzo por revitalizar la red de infraestructuras está en los Estados y no necesariamente en las decisiones que pueda tomar el Gobierno Federal en Washington. Este es un escenario claro que debe entender la Administración Trump, dada su intención -aun poco clara- de dinamizar este sector.
Inversión anual es del 0.6% del PIB
En relación al producto interno bruto (PIB), la inversión en infraestructura de transporte se encuentra (en términos anualizados) en 0.61% del PIB (versus 0.65% en Noviembre 2016), lejos aún del 1.5% requerido anualmente.
Ante este escenario, los inversionistas y empresas ligadas al sector construcción deberán estar atentos a los pasos que se señalen en el esperado Plan de Infraestructura, que si bien no será la solución definitiva, bien podría marcar un punto de inflexión. Comentaremos al respecto después del discurso del Presidente.