En el progama radial de Hablando Claro del 18 de Julio, 2017, mencioné que el desarrollo de infraestructura de Costa Rica se asemeja a un cuarto oscuro. ¿Por qué llamarle la política del cuarto oscuro? Analicemos esto con unos simples puntos:
1. ¿Cómo hacer para saber el estatus de un proyectos de infraestructura? Pues en los países serios esto está a un "click" de distancia. Sin embargo, en Costa Rica reina la infraestructura del chisme y los oficios. Para conocer el avance real de un proyecto hay que reunirse con gran cantidad de personas (y probablemente todas con versiones distintas) o bien insistir mediante una serie interminable de oficios para que una institución entregue información (en una enorme cantidad de folios que no son claramente comprensibles). Y bueno, ni hablemos de la dificultad para saber quién o quiénes tienen frenado un proyecto, sobran los dedos señalando pero caso siempre los responsables no pueden ser vistos en el cuarto oscuro (rendición de cuentas inexistente). ¡Aquí ya vamos muy mal!
2. ¿Y el detalle sobre el proceso de preparación de los proyectos? Aunque todo es pagado con recursos públicos, los estudios necesarios para el desarrollo de las obras son más difíciles de obtener que un documento declarado confidencial en los Estados Unidos en el medio de la Guerra Fría. Eso provoca que la información se quede en pocas manos privilegiadas (lo que no deja nada bueno) y a la hora de la verdad el proyecto se anuncia sin que nadie lo conozca y por ende sea con toda razón rechazado por la sociedad.
3. ¿A quién se contrata y por qué? De nuevo hablamos de recursos públicos, pero nunca existe claridad (algunos reclamarán y dirán que sí, pero es que la información no llega claramente al ciudadano) sobre las empresas o personas que se contratan en las distintas fases de los proyectos: estudios preparatorios, diseños, construcción, etc. ¿Le parece a usted adecuado que el dinero que usted paga en impuestos se utilice sin darle a usted la importancia como un cliente que merece estar informado?).
4. ¿Cuánto se invierte en los proyectos? ¿Cuál es la suma final a la que asciende la inversión en los proyectos? Pues la única fuente suelen ser notas periodísticas, desarrolladas por profesionales en comunicación que sufren igual o más que cualquier ciudadano tratando de buscar datos en este cuarto oscuro. Y claro, como aquí no tenemos claro si US$100 millones es poco o mucho (incluso intercambiamos dólares y colones como si nada), pues lamentablemente nos termina dando igual.
5. ¿Y la rendición de cuentas? Aquí cualquiera puede salir con una ocurrencia y afirmar que un proyecto inicia en X cantidad de meses, pues como nadie sabe el real estatus la rendición de cuentas y medición de resultados es nula. Además, un proyecto se puede tener a "fuego lento" porque alguien no desea que avance o porque su ideología no lo deja tomar decisiones sin que ese funcionario asuma responsabilidades, ya que luego será facilísimo inventarse una excusa dentro del cuarto oscuro.
Los tiempos cambiaron y antes que cualquier reforma estructural, el primer paso es encender la luz del cuarto. Sino seguiremos pegando con pared y tratando de tomar decisiones con base en información privilegiada en manos de algunos pocos (expertos en statu quo). Y además de recobrar la confianza de los ciudadanos este es un paso crucial para que el mundo ponga los ojos en el país como un destino serio y de primer orden el desarrollo de infraestructura.