La Sociedad Americana de Ingenieros Civiles - ASCE- publicó recientemente su análisis (ASCE Report Card 2018) para el Estado de California, el cual se enfoca en 3 áreas: i) puentes, ii) carreteras y iii) transporte público. Este informe reviste particular importancia al ser California la economía más grande de los Estados Unidos, con un producto interno bruto (PIB) de US$2.8 trillones, supernado incluso a potencias globales como Francia (US$2.4 trillones).
Asimismo, las condiciones del stock infraestructura y las necesidades de fondeo y financiamiento de California constituyen un parámetro interesante para la región latinoamericana, al ser un competidor más en la atracción de inversiones para obra pública que enfrenta y de las primeras economías que dan pasos en el reto de atender las necesidades de fondeo y financiamiento dentro de proceso que tiende a disminuir al dependencia de los combustibles fósiles (impuesto sobre los combustibles amenzados). Veamos entonces que dice el informe en cada uno de los 3 apartados.
Puntes (Calificación C): 4,400 puentes urgen intervenciones
El inventario de puentes de California alcanza las 25,267 estructuras, de los cuales el 50% supera ya su edad de diseño y alrededor del 6% son calificados como estructuralmente deficientes (~1,600 puentes). Asimismo, la ASCE estima que unos 4,400 puentes (17% del total) son funcionalmente obsoletos al carecer de la capacidad para atender la crecimiento demanda y las amenazas que imponen potenciales desastres naturales. En este contexto, el informe estima necesidades de reparación de al menos US$12,000 millones y una brecha anual de mantenimiento de US$70 millones a nivel Estatal.
Carreteras (Calificación D): 51% de la red en malas condiciones
En el apartado de carreteras, el informe encuentra un 51% de la red vial en malas condiciones, lo que se traduce en un rango de pérdidas económicas por años por conductor entre US$300 y US$1,770. En este contexto, el Departamento de Transportes de California (Caltrans) estima que durante los próximos 10 años se requiere una inversión de US$137,000 millones, solamente para la reparción y mantenimiento de la red vial del Estado, de los cuales US$52,000 millones provendrían de nueva legislación tributaria (Road and Repair Accountability Act).
Esta legislación se pondrá en consulta pública (ballot) el próximo 9 de Noviembre. La misma incluye un incremento en los impuestos sobre gasolina y diesel y establece un impuesto especial para la mejora del transporte (US$25-US$175 por año) y un tributo de US$100 para todos los vehículos de cero emisiones de modelo 2020 o superior. Este último punto es especialmente llamativo ya que marca un primer paso hacia el fondeo de obras de infraestructura ante una reducción en la dependencia del consumo de combustibles fósiles.
Transporte Público (Calificación C-): Reto de incrementar uso
En el 2011, la Comisión de Tranportes de California (CTC) publicó el informe “Statewide Transportation System Needs Assessment”, en el cual se estimaron necesiades de inversión por US$ 191,300 millones durante los próximos 10 años para el mantenimiento, gerenciamiento y expansión del sistema de transporte público y modalidades alternativas como ciclovías. De este monto, apenas el 45% se podría fondear con las fuentes de ingresos actuales, lo cual impone un reto muy importante en un Estado donde -de acuerdo con el informe de la ASCE- apenas el 5.3% de las personas utiliza el transporte masivo para trasladarse a sus trabajos.
Informe Global de Competitividad se publicará en Octubre
Los resultados obtenidos por el sistema californiano se dan en un contexto en el que Estados Unidos, como primera economía mundial, encuentra en la infraestructura de transporte su principal debilidad.
Específicamente ocupa el 6to lugar a nivel internacional de acuerdo al Índice Global de Competitividad 2017-2018. En este sentido, los inversionistas e interesados en el desempeño económico de los Estados Unidos deben poner especial importancia al Informe Global de Competitividad 2018-2019 que será presentado en las próximas semanas por parte del Foro Económico Mundial. A su vez, las consultas que se realizarán en las elecciones del mes de Noviembre constituyen otro elemento clave para determinar el rumbo de las inversión en infraestructuras en la mayor economía del mundo.